El viernes 2 de agosto estábamos en
el interior de la comarca valenciana del Rincón de Ademuz. Invitados por los
gestores del Parque Natural de Puebla de San Miguel y con la colaboración del
vicerrectorado de Participación y Proyección Territorial de la Universitat de
València, Angel Morales y Enric Marco presentamos a la Sala de la Herrería de la población
que da nombre al Parque, nuestro trabajo sobre la contaminación lumínica en los
Parques Naturales valencianos. La excesiva e incorrecta iluminación de las
poblaciones valencianas es bien conocida. Pero el problema es más grave en las localidades
situadas en las proximidades o dentro de los espacios naturales. En este caso
los principales perjudicados por esta contaminación ambiental son los
ecosistemas animales y vegetales.
Desde hace unos años estamos
recorriendo la provincia de Valencia midiendo la contaminación lumínica de las
zonas interiores y litorales valencianas. Nuestro interés se centra especialmente
en su efecto sobre los parques naturales y otras áreas de interés natural. En
la charla-coloquio, La contaminación
lumínica en los parques naturales valencianos, asistieron unas 50 personas.
Parece ser que ésta ha sido, con diferencia, la actividad más numerosa de las
realizadas en el parque en los últimos cuatro años.
Tras la conferencia, comenzó un
animado debate sobre el problema de los LED blancos en el alumbrado público y
su efecto sobre el medio ambiente y la salud humana. También se preguntó sobre
la supuesta eficiencia energética de estos nuevos dispositivos.
Acabada la conferencia, los
asistentes se desplazaron a las afueras de la población para admirar el cielo
oscuro y sin contaminar de Puebla de San Miguel. Se montaron dos telescopios de
20 y 25 cm
de apertura y 2 prismáticos para observar los objetos celestes más interesantes:
Saturno, la galaxia de Andrómeda, el cúmulo M13, el doble cúmulo de Perseo, la
nebulosa anular de la Lira,
etc. Además los visitantes descubrieran la gran cantidad de satélites que
cruzan el cielo. El estallidos de luz provocado por el paso de un satélite de
telefonía Iridium dejó boquiabiertos los presentes. Finalmente, dada la
proximidad de la lluvia de estrellas de las Perseidas, unos cuántos meteoros
cruzaron el cielo, lo que maravilló a los presentes. El cielo del PN de Puebla
de San Miguel, como pudimos comprobar, es muy oscuro y libre de contaminación
lumínica, lo cual permite la observación astronómica.
La idea de realizar una observación tras una charla sobre
contaminación lumínica no fue puramente lúdica sino que estaba pensada para
concienciar a los asistentes del cielo impoluto que poseen. Un activo que vale
la pena preservar frente a posibles agresiones futuras de instalaciones
inadecuadas de alumbrado público.
Finalmente, con la ayuda de la
técnica del Parque, se hizo una larga ruta nocturna por los caminos del Rincón
de Ademuz recogiendo datos de la luminosidad del fondo del cielo. Desde Puebla
de San Miguel se pasó por Ademuz, Casas Altas, Casas Bajas, el Negrón,
Vallanca, Ademuz hasta volver a Puebla de San Miguel hacia las 4 de la
madrugada.
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