domingo, 10 de mayo de 2009

Las cañas ahogan el Turia

La Coordinadora viene reseñando que el Parque Fluvial necesita un millón de euros cada año para su mantenimiento. La zahorra del camino debe ser retocada cuando llueva, hay que tratar la madera de los puentes, bancos y observatorios, y son precisas las labores de desbroce, especialmente de las cañas "En menos de diez semanas, pueden crecer dos metros y ahogar los tallos de los plantones"

Lo que no deberíamos ver vehículos en el Parque Fluvial

Carreras cliclistas

Caballos marchando por donde se les antoja

20 pasarelas que habrá que mantener

La vegetación salvaje que rebrota en el parque fluvial

Miles y miles de plantones en peligro

Noticia publicada hoy en las Provincias:

La vegetación salvaje rebrota en el parque fluvial y sepulta la jardinería

10.05.09 - MOISÉS RODRÍGUEZ VALENCIA

La primavera ha despertado al principal enemigo del Parque Fluvial del Turia. Cuando la actuación en la ribera del río todavía no se ha acabado, las plantas que sólo meses atrás fueron arrancadas por las máquinas han renacido. Ortigas, diente de león y, lo que es más preocupante, las cañas, ya han sepultado muchos plantones y amenazan en algunos tramos con entrar en el sendero. Derivado de este, otro inconveniente es que las administraciones no parecen tener prisa para asumir el mantenimiento del nuevo espacio.

Fuentes de la Conselleria de Medio Ambiente señalaron que se han producido diversas reuniones con la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) y con los Ayuntamientos implicados para tratar el mantenimiento del parque fluvial. Por el momento, a poco menos de un mes para la finalización de las obras, no hay acuerdo. Según expresaron algunos de los alcaldes afectados, la pretensión del ente fluvial es que la conservación corra a cargo de los municipios, algo a lo que estos se niegan si el río sigue perteneciendo al Gobierno.

Y mientras las instituciones se conceden una tensa tregua, la naturaleza trabaja a destajo. No hay más que dar un paseo por cualquiera de los tramos entre Vilamarxant y Quart. Las vegetación salvaje está recuperando el terreno perdido, el que le robaron las máquinas para que los operarios plantasen brotes de carrascas, chopos y pinos. Las cañas y las ortigas ahogan en algunos tramos los plantones y amenazan con invadir el camino de zahorra.

"Si esto tiene que ser un parque de recreo, deberán mantenerlo con brigadas que trabajen a diario. A la altura del puente de Manises ya huele, debe ser porque allí el agua está más estancada", indica Eduardo, un ciclista residente en Valencia.
Durante meses, los obreros han instalado 18 puentes de madera que cruzarán el Túria, han retirado la vegetación salvaje y han habilitado el camino de zahorra. En los kilómetros de explanada que se generaron, el proyecto contemplaba miles de plantones de árboles autóctonos, como pinos, chopos y carrascas.
El camino que todavía no está inaugurado soporta ya un continuo tráfico de paseantes y ciclistas. Durante semanas, los usuarios de este trazado, además del curso fluvial, podían observar en los flancos los pequeños tubos de plástico que protegían estos plantones.

"Hará falta limpieza y vigilancia"
Con el renacimiento de la vegetación salvaje, esos tubos de plástico son invisibles en algunos tramos. "Aquí hará falta limpieza y vigilancia. Ahora ves a la Guardia Civil una vez al mes. En ciertos puntos que fueron desbrozados, las cañas han vuelto a salir", señala Toni, que ayer paseaba por el parque fluvial junto a Luis y Pepita. "La idea es buena, pero ya veremos".

Esta es la misma preocupación de la Coordinadora de los Bosques del Turia. Esta agrupación, integrada por vecinos y expertos, y cuenta con representación en la Junta Gestora del Parque del Turia, se ha dirigido a las diversas instituciones para buscar un consenso. Quieren implicar a todos en el mantenimiento del trazado. "Si hay alguna brigada que vaya desbrozando las cañas, no debe haber ningún problema".
Son estos vegetales los más peligrosos para los tallos. El proyecto ya contemplaba que una parte de esos plantones, alrededor del 40%, no prospere. En ese caso, la iniciativa sería un éxito. "En menos de diez semanas, las cañas pueden crecer dos metros y ahogar los tallos", avisan desde la Coordinadora que, no obstante, sí reconoce que esos vegetales han prosperado menos este año: "Parece que el tratamiento químico ha surtido efecto".

Respecto al resto de vegetación que nace de forma incontrolada, desde la Coordinadora afirman "no tener tan claro" que perjudique a los plantones. Esos ejemplares nacen en primavera y, efectivamente, cubren a los tallos jóvenes. La asociación, sin embargo, apunta que esos vegetales perecen en otoño, dejando vía libre y generando abono.

En todo caso, la Coordinadora viene reseñando que el Parque Fluvial necesita alrededor de un millón de euros cada año para su mantenimiento. La zahorra del camino debe ser retocada cuando llueva, hay que tratar la madera de los puentes, bancos y observatorios, y son precisas las labores de desbroce, especialmente de las cañas.

El parque ha costado 18 millones de euros, pero el futuro es incierto. Desde la Coordinadora aventuran un panorama apocalíptico: "Si nadie se implica, esto no habrá servido para nada porque en poco tiempo estará peor que antes". Los usuarios ya empiezan a percibir que el paraíso puede convertirse en un estercolero si nadie se preocupa por él. "Es cierto que todavía está en obras, pero hay tramos que parece una escombrera, la verdad es que está un poco abandonado", lamenta Luis.
Hasta los más optimistas ponen en cuarentena el parque fluvial. Así lo afirmaban María José y Ricardo, que ayer paseaban a la altura de Ribarroja. "Está muy bien, pero podría estar todavía mejor. Hay puntos, como la zona de la presa de la Canyada, donde hay basura tirada junto a los contenedores".


lasprovincias.es

1 comentario:

  1. Por favor continuen fuerte con sus actividades que necesitamos resguardar la naturaleza que nos queda para las siguientes generaciones.

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