Defensa de valencia. Nido de ametralladoras que se conserva del eje defensivo El Puig-Los Carasoles. José Durbán Aparici
El Consell de Cultura y la FVMP catalogan más de 250 restos arquitectónicos de la contienda de 1936. La iniciativa forma parte de un proyecto de la UE en el que participan cinco países.
Alfons Garcia, Valencia
El Consell Valencià de Cultura (CVC) y la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP) han catalogado más de 250 construcciones de la guerra civil. Son principalmente restos de posiciones de combate (trincheras, túneles de comunicación y nidos de ametralladoras) y refugios para proteger la población civil. Es el primer resultado del proyecto europeo Paisajes de guerra, en el que participan nueve entidades de cinco países y que tiene como fin favorecer la conservación y promoción del patrimonio cultural militar del siglo XX.
La iniciativa, puesta en marcha en junio de 2006 con un presupuesto global de casi un millón de euros, ha superado el ecuador de la duración prevista (tres años) y comienza a ofrecer sus frutos. Las entidades valencianas -las únicas españolas participantes, junto con otras de Alemania, Francia, Italia y Reino Unido- han podido documentar en este tiempo en torno a 250 recursos, en diferentes puntos de la Comunitat Valenciana y en diverso estado de conservación.
La participación del CVC y la FVMP se centra en la realización de un inventario del patrimonio relacionado con la guerra civil en las tierras valencianas. Para ello, ha distribuido un formulario entre asociaciones y municipios, al tiempo que ha puesto en marcha una web (http://www.paisajesdeguerra.com/) a través de la cual los usuarios pueden aportar materiales al catálogo.
Valencia fue capital de la II República y, por tanto, uno de los núcleos geográficos de la contienda de 1936. Ello obligó a adoptar medidas defensivas ante la amenaza del avance de las fuerzas franquistas, que se hizo evidente a partir de los primeros meses de 1938. Además de los refugios antiaéreos que se diseminaban por toda la ciudad -hasta 258 según el estudio del arquitecto Francisco Taberner-, el Gobierno emprendió la construcción de una línea defensiva inmediata de más de 25 kilómetros que iba desde El Puig hasta la zona de Los Carasoles (en Manises). Tanto los refugios documentados como los restos de esta "línea de hierro" a unos 11 kilómetros de la ciudad -distancia para que quedara fuera del alcance de la artillería enemiga- forman parte del inventario promovido por el CVC y la FVMP. Uno de los objetivos del proyecto es la puesta en valor de los vestigios arquitectónicos de la guerra civil y el impulso para su protección legal por parte de la Administración autonómica. Este fin cobra especial relevancia en el caso del eje El Puig-Los Carasoles, dado el buen estado de conservación de buena parte de estas estructuras (túneles, observatorios, trincheras, puestos de tiro, polvorines, plataformas antiaéreas), construidas a partir de 1938 por los batallones de fortificación y que no fueron al final lugar de batalla.
El historiador José Durbán Aparici considera que la posibilidad de que hubiese sido la última posición de resistencia habría dependido en último momento de la voluntad de sus defensores, tal como sucedió en Madrid. El proyecto europeo contempla la celebración de una reunión final, que recapitule la información obtenida en las distintas regiones y establezca una agenda de trabajo para el futuro. Este encuentro tendrá lugar en Valencia en mayo de 2009, según los planes del grupo.
Antes, a lo largo del próximo verano, están previstas unas exposiciones con textos e imágenes de todos los socios participantes. La idea inicial es que la muestra recorra las tres provincias valencianas entre julio y septiembre de este año. El objetivo es siempre "recordar los horrores" que han compartido los distintos pueblos y propiciar un sentimiento de "concordia y aflicción común".
levante-emv.com
La iniciativa, puesta en marcha en junio de 2006 con un presupuesto global de casi un millón de euros, ha superado el ecuador de la duración prevista (tres años) y comienza a ofrecer sus frutos. Las entidades valencianas -las únicas españolas participantes, junto con otras de Alemania, Francia, Italia y Reino Unido- han podido documentar en este tiempo en torno a 250 recursos, en diferentes puntos de la Comunitat Valenciana y en diverso estado de conservación.
La participación del CVC y la FVMP se centra en la realización de un inventario del patrimonio relacionado con la guerra civil en las tierras valencianas. Para ello, ha distribuido un formulario entre asociaciones y municipios, al tiempo que ha puesto en marcha una web (http://www.paisajesdeguerra.com/) a través de la cual los usuarios pueden aportar materiales al catálogo.
Valencia fue capital de la II República y, por tanto, uno de los núcleos geográficos de la contienda de 1936. Ello obligó a adoptar medidas defensivas ante la amenaza del avance de las fuerzas franquistas, que se hizo evidente a partir de los primeros meses de 1938. Además de los refugios antiaéreos que se diseminaban por toda la ciudad -hasta 258 según el estudio del arquitecto Francisco Taberner-, el Gobierno emprendió la construcción de una línea defensiva inmediata de más de 25 kilómetros que iba desde El Puig hasta la zona de Los Carasoles (en Manises). Tanto los refugios documentados como los restos de esta "línea de hierro" a unos 11 kilómetros de la ciudad -distancia para que quedara fuera del alcance de la artillería enemiga- forman parte del inventario promovido por el CVC y la FVMP. Uno de los objetivos del proyecto es la puesta en valor de los vestigios arquitectónicos de la guerra civil y el impulso para su protección legal por parte de la Administración autonómica. Este fin cobra especial relevancia en el caso del eje El Puig-Los Carasoles, dado el buen estado de conservación de buena parte de estas estructuras (túneles, observatorios, trincheras, puestos de tiro, polvorines, plataformas antiaéreas), construidas a partir de 1938 por los batallones de fortificación y que no fueron al final lugar de batalla.
El historiador José Durbán Aparici considera que la posibilidad de que hubiese sido la última posición de resistencia habría dependido en último momento de la voluntad de sus defensores, tal como sucedió en Madrid. El proyecto europeo contempla la celebración de una reunión final, que recapitule la información obtenida en las distintas regiones y establezca una agenda de trabajo para el futuro. Este encuentro tendrá lugar en Valencia en mayo de 2009, según los planes del grupo.
Antes, a lo largo del próximo verano, están previstas unas exposiciones con textos e imágenes de todos los socios participantes. La idea inicial es que la muestra recorra las tres provincias valencianas entre julio y septiembre de este año. El objetivo es siempre "recordar los horrores" que han compartido los distintos pueblos y propiciar un sentimiento de "concordia y aflicción común".
levante-emv.com
MOlt bo el teu blog!
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