Centenares de farolas públicas y multitud de alumbrados exteriores privados proliferan por las urbanizaciones La Vallesa, Monte Canyada "violando" y contaminando el cielo nocturno.
Urge una ordenanza municipal para detener la contaminación lumínica, el derroche energético y el Cambio Climático, así como el impacto contra las personas, la fauna y la flora
La Coordinadora en Defensa de los Bosques del Túria reivindica la Defensa de la Calidad del Cielo Nocturno y el Derecho a Observar las Estrellas en el Parc Natural del Túria y las poblaciones de su entorno
Esta agresión se esta dando y creciendo desde hace mas de 10 años al no tener los responsables conocimiento y sensibilidad sobre sus efectosCentenares de farolas del alumbrado público tipo "globo" y multitud de puntos de alumbrados exteriores privados derrochadores de energía, proliferan por numerosos puntos de las las urbanizaciones de La Vallesa, Monte Canyada y la Canyada y otras dispersas, "violando" y contaminando luminicamente un espacio tan sensible como es el perímetro del espacio natural protegido como el Parc Natural del Túria, agrediendo con ello a toda la fauna y flora del mismo, así como a las personas, y poniendo de manifiesto la dificultad de la supervivencia de muchas especies silvestres amenazadas en las zonas más urbanizadas por el exceso de iluminación nocturna, es decir, por la polución lumínica, informa la la Coordinadora en Defensa de los Bosques del Túria.
Francisco Pellicer, Responsable de Logística y Finanzas de la Coordinadora declara que "hasta ahora, en los proyectos de urbanización no se ha tenido en cuenta que el alumbrado público incorpore las medidas necesarias para reducir la contaminación lumínica, y tampoco se ha tenido en cuenta en el momento de adquirir un nuevo sistema de alumbrado para sustituir el antiguo" y continua argumentando "que el exceso de iluminación pública no siempre mejora la seguridad vial y ciudadana y malgasta energía".
El Secretario-portavoz de la Coordinadora Xavier Mayoral, manifiesta que no hay que olvidar que el Protocolo de Kioto, emanante de la Conferencia de Río de 1992 se proclamó la necesaria defensa de “la naturaleza integral e interdependiente de la Tierra”, y que esta defensa incluye "la dimensión de los cielos nocturnos y la calidad de la atmósfera", y aquí estamos hablando de un espacio natural protegido con la mas alta legislación de la Comunitat Valenciana. Mayoral continua diciendo "los ecologistas y los ciudadanos queremos formar parte de estos compromisos internacionales, pero para ello es necesario que las administraciones hagan lo mismo y se alíen con nosotros en proyectos reales y ambiciosos para hacer retroceder estas contaminaciones lumínicas entre otras"
Mayoral añade que "hay que tener muy claro que el alumbrado público no es el único responsable de la contaminación lumínica, sino cualquier iluminación que tenga la función de alumbrar el exterior o proyectada al exterior, como la luz que sale por las ventanas, los rótulos, los escaparates, etc., es también un contaminante lumínico" , y continua diciendo que "el aumento de locales de ocio o comerciales sin una regulación adecuada esta haciendo crecer este tipo de contaminación en estos lugares que "casi" no tenían hace pocos años y que ahora lleva camino de convertirse en una iluminación mas tipo de gran ciudad"
Pellicer también declara contundentemente "que la contaminación lumínica es sinónimo de desperdicio energético e irresponsabilidad administrativa y desde los gobiernos a veces, se nos acusa a los ciudadanos de falta de concienciación en la correcta utilización de los recursos energéticos, cuando la realidad, 'que a veces supera a la ficción, como es el caso de la rotonda interior de Colinas de San Antonio de Benagéber', es que son estos y sólo estos, los responsables directos de la mala gestión de, entre otras cosas, los alumbrados públicos".
La falta de percepción por parte de los ciudadanos, las administraciones y de los diversos profesionales de la problemática ambiental que supone la contaminación lumínica, asi como el desconocimiento general de los beneficios económicos, de calidad de vida y de seguridad que comportaría un uso más racional del alumbrado, pero "a escala municipal, el gasto energético del alumbrado público representa el 50% del gasto energético total". Por lo tanto, para cualquier municipio es prioritario minimizar el consumo de estas instalaciones.
Para Mayoral "es necesario establecer un diálogo entre el ayuntamiento, las empresas y los particulares para que en la iluminación de recintos privados, fachadas y rótulos publicitarios se atiendan las normas de reducción de la contaminación lumínica nocturna y los criterios de eficiencia del consumo energético", y continua declarando que "es necesario condicionar los permisos para nuevas instalaciones industriales, comerciales y de ocio al cumplimiento de las normas y los criterios de minimización de la contaminación lumínica que se tienen que recoger con celeridad en una ordenanza municipal si queremos de verdad ser un municipio a la altura de la Unión Europea y emprender con seriedad un camino para la consecución de estas metas totalmente necesarias" y puntualiza que "la contaminación lumínica es sinónimo de desperdicio energético e irresponsabilidad administrativa"
La Coordinadora advierte que "el cielo nocturno de los pueblos y ciudades del entorno del espacio natural protegido como es el Parc Natural del Túria ha dejado de ser oscuro por la inadecuada utilización de la luz artificial y son la causa principal de la contaminación lumínica que altera los ciclos vitales de muchas especies ligadas al ritmo diurno-nocturno natural".
Así mismo, la entidad ecologista dice que "para muchas especies, la oscuridad es su hábitat y de hecho, es durante la noche cuando hay mayor actividad biológica, y los animales de costumbres diurnas también necesitan descansar, necesitan dormir durante la noche, pero ahora, en muchos lugares la noche ya no existe. La capacidad de emisión lumínica de las actuales instalaciones es muy superior al que la naturaleza puede soportar".
Los animales nocturnos no encuentran su espacio vital y disminuye su población. Las especies migratorias pueden sufrir desorientación.
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