Cuando las toallitas son arrojadas al inodoro o al desagüe, pueden acumularse y obstruir las tuberías, alcantarillas y sistemas de tratamiento de aguas residuales. Esto puede provocar problemas graves, como bloqueos en el sistema de alcantarillado, respaldos de aguas residuales en las viviendas, costosos daños a la infraestructura y problemas medioambientales.
Para evitar estos problemas, es importante desechar las toallitas en la basura en lugar de arrojarlas al inodoro o al desagüe. Si bien algunas toallitas están etiquetadas como "desechables por el inodoro", la mejor práctica es que la ciudadanía evite arrojar cualquier tipo de toallita al inodoro para prevenir problemas en el sistema de alcantarillado y proteger el medio ambiente.
Las administraciones deben cumplir con la directiva europea (Water Framework Directive) y separar las aguas residuales de la pluviales.
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