Los tonos otoñales comienzan a aparecer en Gaibiel...
El liquidámbar cambia sus bonitas hojas y los tonos naranja son su nuevo traje.
Los madroños empiezan a madurar.
Los cerezos pierden sus hojas pero las sustituye el rojo de las parras.
Los líquenes recobran sus colores con las lluvias de otoño formando bonitos mosaicos de colores y formas.
Extrañas criaturas se dejan ver si sabes mirar.
Las flores están presentes en todas las épocas del año porque su diseñador es un jardinero increíble y sabe lo que es hermoso.
Los bambúes de distintos colores reflejan los rayos del sol.
Como el papiro egipcio brilla con su verde amarillento después de la lluvia.
Y nosotros seguimos con nuestro trabajo. Esta vez preparando la tierra para plantar el cereal en el huerto prehistórico del mortero.
Mientras nuestros gigantes nos observan y nos animan a continuar.
Gracias por vuestro apoyo!!
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