Paterna logra reducir un 15% la contaminación lumínica en La Canyada con el cambio de farolas

LAS PROVINCIAS - L´HORTA 23 mayo 2015

• La retirada de las viejas luminarias de bola permite volver a ver las estrellas y reduce el impacto sobre el bosque de La Vallesa, según la Coordinadora

• MARINA COSTA  PATERNA

• 23 mayo 2015  00:27

Imagen nocturna de una calle de La Canyada, tras el cambio de las farolas. :: a. m

Los vecinos de La Canyada han vuelto a ver las estrellas. El cambio de 3.400 farolas ha provocado quejas vecinales por «falta de visibilidad y problemas de inseguridad» pero ha recibido el respaldo de la Coordinadora en Defensa de los Bosques del Turia, al reducir un 15% la contaminación lumínica en toda la zona, incluido el bosque de La Vallesa.

El cambio de las clásicas farolas de bola, que han funcionado durante varias décadas en La Canyada, por estas nuevas luminarias planas que incorporan leds y que focalizan la luz únicamente hacia el suelo «ha permitido reducir la contaminación lumínica en el cénit en torno a un 15%, a falta de conocer los datos exactos de las mediciones que realizaremos este verano para comprobar la evolución conseguida», explicó ayer Ángel Morales, presidente de la Coordinadora en Defensa de los Bosques del Turia y miembro del grupo de trabajo 'Salvem la nit' de la Universitat de València.

Este cambio es algo que la Coordinadora «ha estado reclamando desde el año 2007, aproximadamente, y es un logro importante en este sentido, aunque todavía quedan puntos contraproducentes sobre los que hay que seguir insistiendo». El principal es el color de la luz que arrojan estas farolas, blanco, y no amarillo o ámbar. «La luz blanca es la más contraproducente porque se difunde más en el espacio y llega más lejos, debido a su componente azul, lo que comporta una serie de problemas ambientales al influir más en el comportamiento de la fauna del Parque Natural, en este caso, de los insectos, las aves nocturnas y los mamíferos, incluidas, obviamente, las personas». Estudios realizados en los últimos años sobre los efectos de la luz determinan que «con la oscuridad segregamos melatonina. Con luz y, sobre todo, luz blanca, por ese componente azul, aumenta la inhibición de dicha producción». Esta hormona regula el ciclo del sueño y la vigilia y otros procesos fisiológicos.

Otro aspecto que desde la Coordinadora en Defensa de los Bosques del Turia piden revisar es la distancia de las farolas, lo que provoca zonas de sombra, algo que también han criticado algunos de los vecinos de La Canyada. «Sería positivo mejorar este aspecto para distribuir mejor la focalización de la luz en algunas áreas».

Escala de oscuridad

No obstante, con este cambio de farolas la escala logarítmica que mide la contaminación lumínica «puede haber mejorado en medio punto o, incluso, algo más. Un cielo sin contaminación tendría un valor de 23 puntos. Valencia está situada por debajo de los 16, lo que indica que la contaminación es elevada. El valor de La Vallesa se encontraba en el 18,63. Estos cambios mejorarán, a buen seguro, estos niveles».

Ahora el trabajo de la Coordinadora será documentar estos cambios y valorar los resultados a medio plazo. «No es necesario sobreiluminar y eso es algo en lo que hay que incidir cada vez más. Ahora, con estas luminarias, el flujo del hemisferio superior es cero, ya que no se ha producido un cambio sólo de bombilla. También se ha modificado la geometría de las farolas y su diseño se ajusta al nuevo tipo de luz».

Un hecho importante es que La Canyada «ya vuelve a ver las estrellas, algo que no ocurría desde hace más de treinta años. Cuanta menos intrusión lumínica hay, más claro se ve el cielo y, por tanto, las estrellas», recalca Quico Pellicer, miembro de la Coordinadora.

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