Tras la primera actuación de clareo en el bosque de La Vallesa, podemos decir que ha sido un éxito en cuanto a la estimación de tiempos y trabajos realizados por las brigadas del Parque Natural del Turia en la corta y poda, los voluntarios de la Coordinadora y en especial la asociación AFEMPES sacando la leña y eliminando nidos de procesionaria, y la trituración de la leña in situ por parte de los técnicos de Paterna.
Indicar que prácticamente todos los pinos tenían uno, dos y hasta tres nidos de procesionaria y por tanto se puede calcular fácilmente el número de nidos sacados del bosque y posteriormente destruidos.
Indicar que prácticamente todos los pinos tenían uno, dos y hasta tres nidos de procesionaria y por tanto se puede calcular fácilmente el número de nidos sacados del bosque y posteriormente destruidos.
Estos trabajos se ven reflejados, en parte, en el artículo publicado en Las Provicias y que a continuación se detalla:
Las Provincias. Daniel Guindo -Valencia
El plan antiincendios de la Vallesa ataja las plagas de tomicus y procesionaria
La experiencia piloto permite triturar 1.500 pinos de escaso tamaño
que habían colapsado el bosque y facilitado la proliferación de insecto
Se trata de una prueba piloto, pero debe servir para mostrar el camino a seguir en los montes de la Comunitat. Así lo creen en la Coordinadora en Defensa de los Bosques del Turia, cuyos integrantes tienen claro que el proyecto desarrollado en la zona de la Vallesa debe significar un ejemplo para el resto de zonas montañosas de la región, ya que no sólo sirve para reducir la proliferación de incendios forestales. Poner coto a las crecientes plagas de tomicus y procesionaria, mejorar las condiciones del suelo, especialmente castigado por la sequía, y recuperar especies autóctonas como la garrofera, el espino negro o el lentisco, son sólo algunos de los beneficios añadidos que presentan los trabajos de selvicultura preventiva desarrollados en la zona gracias a la colaboración existente entre voluntarios y administración.
La experiencia no ha podido ser más satisfactoria. Grupos compuestos por integrantes de la coordinadora, junto con voluntarios de Afempes (Asociación de Familiares de Enfermos Mentales de Paterna, L'Eliana y San Antonio de Benagéber), técnicos de la empresa municipal Gespa y brigadas forestales del parque natural han llevado a cabo un clareo sobre unos 2.600 metros cuadrados de pinar, espacio en el que han llegado a retirar y triturar unos 1.500 pinos de escaso porte (de unos dos metros de altura) que, tras el incendio de 1994 que arrasó 250 hectáreas, habían colonizado la zona de tal forma que estaban colapsándola.
Según explicaron a LAS PROVINCIAS desde la coordinadora, este pinar, de unos 20 años de edad, «está constituido por individuos de unos dos metros de altura como consecuencia de la elevada densidad, cuando podrían superar fácilmente los 12 metros de altura».
Debido a esta masificación, los pinos no han podido desarrollar un porte ni un vigor que les facilitara la lucha «contra agentes detonadores de la elevada mortandad que estaban padeciendo», añadieron. Las plagas, la falta de vigor y la ausencia de lluvias por un tiempo demasiado prolongado «han dejado el bosque en un estado de degradación y deterioro muy importante».
Así, a modo de ayuda, el clareo va a facilitar que los individuos más fuertes inicien un correcto desarrollo y crecimiento. «Con ello podemos esperar, si las lluvias siguen ayudando, que las plagas como la procesionaria (Thaumetopoea pityocampa) y el Tomicus destruens afecten en menor grado al ecosistema y que, con el tiempo, puedan recuperarse y madurar», concretaron desde este grupo de voluntarios.
«Esperamos ver que la sinergia y confluencia de acciones entre las diferentes entidades dé sus frutos», apuntaron desde la coordinadora, desde donde detallaron que el triturado de los restos de poda actuarán a modo de mulching o cubierta protectora sobre las zonas mas proclives de sufrir erosión.
Además, recordaron que la actuación ha podido desarrollarse al contar con la autorización de la propietaria de la zona, María Caridad Lassala Gómez-Trénor, que les permite actuar sobre una superficie de 70 hectáreas.
Ejemplo a seguir
La coordinadora cree que otros municipios en los que proliferan problemas similares deberían seguir su ejemplo y desarrollar trabajos similares. «Cada localidad debería desarrollar sus propios planes de selvicultura preventiva en pro de la restauración natural ya que, en la actualidad, el 11% de los montes de la provincia de Valencia están afectados por la plaga de Tomicus», advirtieron.
Por otra parte, el programa también ha contribuido a la integración ya que, a través de Afempes, usuarios con discapacidad mental han podido participar en esta terapia medioambiental. «Este proyecto interasociativo es, en gran parte, posible gracias a la subvención de la Fundación Horta Sud. Ya recibimos una primera subvención de 1.500 euros y ahora vamos a por la segunda subvención, de unos 2.000, con la que podremos mejorar la seguridad y el uso de herramientas durante las tareas de voluntariado», destacaron.
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