La Coordinadora de los Bosques del Turia alerta de que la mayoría de los árboles estarán infectados en un año si no se interviene a tiempo.
- MARINA COSTA- PATERNA
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| El técnico forestal, junto a varios ejemplares afectados por tomicus. :: m. c |
El tomicus ha llegado al bosque protegido de La Vallesa y las consecuencias de su aparición pueden ser fatales si no se interviene a tiempo y la extrema sequía no da tregua. El insecto ya está presente en este pulmón verde del área metropolitana, cuya creciente densidad y la falta de clareos, junto a la sequedad del terreno, están facilitando su avance.
La falta de podas selectivas ha generado masas de pinos cuyo crecimiento ha quedado ralentizado. Esta situación ha provocado que muchos ejemplares se encuentren en una situación de debilitamiento importante.
El avance de las plagas, la del tomicus y también la procesionaria, ya están cambiando el color del paisaje del bosque, donde muchas ramas y brotes han pasado directamente del verde al marrón.
Estas plagas estaban latentes «pero la falta de agua y el estado de toda esta zona, donde no se ha intervenido globalmente desde el desastroso incendio de 1994, han multiplicado sus efectos», explica Luis Francisco Castillo, técnico forestal y miembro de la Coordinadora en Defensa de los Bosques del Turia.
Con masas tan densas de pinos «se multiplica el riesgo de incendio y no hay prácticamente capacidad de regeneración por falta de un soto bosque maduro. Los árboles no crecen lo suficiente. Es la pescadilla que se muerde la cola».
En un año, «si no se interviene y persiste la sequía, el número de árboles severamente afectados podría alcanzar el 60 o 70% en algunas áreas infectadas en el interior de la vallesa, no de una forma homogénea, pero sí de una forma crítica en estos puntos», recalca el técnico forestal. Para poder atajar el avance del tomicus «hay que formar voluntarios, poner en marcha un equipo de trabajo y trabajar mediante talas selectivas de pinos». La retirada «indiscriminada» de ejemplares afectados «es un arma de doble filo porque su retirada incrementa la erosión y desaparece la cubierta vegetal que protege el suelo y sólo dos milímetros de suelo cuestan miles de años en generarse».
Paterna está combatiendo la plaga en jardines y pinadas públicas desde tres frentes. Al riego inicial de los pinos con aspersores, se sumó la colocación de trampas con feromonas. Hasta la fecha, se han talado más de 600 ejemplares pero el número podría aumentar en los próximos meses. Todo depende de cómo funcionen los tratamientos implantados.
De particulares
Sin embargo, el problema de La Vallesa es que sus terrenos pertenecen a diversos propietarios particulares, lo que dificulta una «intervención global y simultánea» que asegure el «equilibrio natural del ecosistema de La Vallesa, que es un espacio incluido dentro del Parque Natural del Turia».
Por tanto, sería necesario llegar a un «consenso» para llevar a cabo un mantenimiento y mejora sobre las áreas afectadas por el tomicus y la procesionaria «con el fin de frenar los daños y no tener un problema mucho mas grave en el futuro y del mismo calibre que en Les Rodanes».
Fuente: Las Provincias
http://www.lasprovincias.es/horta-morvedre/201411/29/plaga-pinos-amenaza-pulmon-20141128232343-v.html
Sin embargo, el problema de La Vallesa es que sus terrenos pertenecen a diversos propietarios particulares, lo que dificulta una «intervención global y simultánea» que asegure el «equilibrio natural del ecosistema de La Vallesa, que es un espacio incluido dentro del Parque Natural del Turia».
Por tanto, sería necesario llegar a un «consenso» para llevar a cabo un mantenimiento y mejora sobre las áreas afectadas por el tomicus y la procesionaria «con el fin de frenar los daños y no tener un problema mucho mas grave en el futuro y del mismo calibre que en Les Rodanes».
Fuente: Las Provincias
http://www.lasprovincias.es/horta-morvedre/201411/29/plaga-pinos-amenaza-pulmon-20141128232343-v.html
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