jueves, 1 de mayo de 2014

UNA PLAGA ESTÁ AZOTANDO LES RODANES

Una plaga de Tomicus sp., de la familia de los famosos escolitidos, conocido como barrenador del pino o perforadores, está afectando a les Rodanes y aparentemente a los pinos del parque natural del Turia con una extrema ferocidad. Tal es su ferocidad, que también se sirve de lentiscos y coscojas. Estos pequeños coleópteros o escarabajos tienen un ciclo biológico bastante curioso y con diferencias estacionales dependiendo de la especie.
La hembra de Tomicus perfora la corteza del huésped y elabora una galería en vertical de unos 15-20 cm de longitud para depositar los huevos en las paredes de la misma. Estos huevos eclosionan a las 2 o 3 semanas en su forma larvaria y excavan galerías perpendiculares a la galería madre. Una vez se han alimentado lo suficiente sufren una metamorfosis de su forma larvaria que, tras eclosionar de la pupa, se desplazan a las copas de los árboles donde se alimentaran de la medula de los tallos verdes para completar su desarrollo y maduración sexual.
Este proceso de reproducción se está llevando a cabo desde finales de febrero y principios de abril de este año 2014 de una forma descontrolada. Las causas son varias y vamos a explicarlas detalladamente. Todo empezó durante el incendio intencionado del 31 de mayo el año 2012 en les Rodanes, más concretamente en la Rodana del Pico, donde se quemaron 1,54 hectáreas de pinar maduro. Durante ese año la especie no pudo aprovechar su época nupcial puesto ya empezaba el verano excesivamente caluroso. Al año siguiente los meses de junio y julio fueron muy lluviosos y de bajas temperaturas con nevadas que no se veían desde hacía ya muchos años, lo que daría un falso respiro a los pinos afectados por el incendio del 2012. Pero este año ha sido extremadamente seco, de hecho es el invierno más seco en 30 años. Los pinares y en general la flora valenciana ha sufrido unos cambios climáticos extremos durante 2 años con una acusación de incendios como no se veía desde 1994. La orientación del área afectada por el incendio es el factor más importante, donde los vientos venidos del litoral han facilitado la dispersión de Tomicus hasta la cima de les Rodanes y posteriormente su gran proliferación ha alcanzado las áreas boscosas de la Vallesa y Pedralba, básicamente la plaga está usando el rio, las áreas periurbanas y las carreteras para diseminarse tanto hacia el sureste como al noroeste.
Pero, ¿Cómo combatir la plaga?
Primero hay que tener en cuenta que una plaga de esta clase afecta "generalmente" a los individuos más débiles y como parte de un ciclo climático seco y post grandes incendios este tipo de plagas son "normales". ¿Porque digo normales entre comillas? Es muy simple y es que aunque no hubiéramos tenido incendios la plaga era prácticamente inminente. Se trata al mismo tiempo de un ciclo ecológico relacionado a los ecosistemas del pinar. Si, esto es así, el pino se ha pasado de listo y ahora le toca sufrir. Ecosistemas como el de les Rodanes con su peculiar suelo de rodeno o la maravilla de pinar de la Vallesa han tocado tope. Esto quiere decir que en muchos de los casos ya no pueden evolucionar más, pues en algunas zonas el sotobosque se ha convertido en potencial. El pinar dominante no es el ecosistema típico valenciano, el ecosistema típico valenciano es un bosque transitorio de ribera a monte y mixto entre coníferas, frondosas, llanos de maquias xerofíticas y herbáceas aromáticas en pedregales calizos, exceptuando les Rodanes, partes de la Calderona y la sierra de Espadán.

Por lo que ha modo de autorregulación una plaga autóctona como es el Tomicus va a empezar a afectar a los pinos como mejor pueda. ¿Va esto a limpiar todos los pinos? No lo creo, pero si va a cambiar un poco el paisaje de las áreas afectadas.

¿Qué es el paisaje? El paisaje es el concreto y no correcto orden que tienen diferentes factores de un ecosistema natural tales como: colorido, ritmo, líneas, figuras y objetos singulares, etc. Y evidentemente que si un paisaje es afectado también afecta a su funcionamiento ecológico o el asociacionismo entre los diferentes seres vivos y su ecosistema propio.

Ahora bien con todo esto: ¿cuál es la mejor de las soluciones al problema de la plaga de Tomicus? Se trata básicamente de una oportunidad, lo que está haciendo la naturaleza es dar una oportunidad a la sociedad, pues somos parte de ese ecosistema. Somos interpretadores y observadores de nuestro paisaje y por ello lo que hay que hacer es una restitución natural. Esto quiere decir aprovechar el cambio.

Actuación de verano
Por un lado hay que entender los procesos lentos de la naturaleza y por otro lado respetar las pistas que deja el análisis de las áreas de actuación. Hay que clarear las zonas de sotobosques más afectadas pues son una pérdida de ecosistema y aprovechar la diseminación natural del pinar eligiendo los árboles padre de mejor porte aunque estén afectados y apeando el resto. Esto sencillamente es no perder el total del pinar. 
Además habría que añadir que la saca realizada debería ser rápidamente transportada e incinerada, incluir cebos, apilar leñas sanas para controlar las poblaciones e ir cambiándolas cada semana, etc.
Realizar riegos aéreos de apoyo para las poblaciones de pinares circundantes al área de incendio afectada.

Actuación de otoño
Se elegirán las plántulas (máximo 5 cm de alto) de pino carrasco en orientación semisombreada (de diseminación natural) para no facilitar al máximo su carácter heliófilo lo que menguara su capacidad de crecimiento pero endurecerá la madera al tener un desarrollo más sostenidos y se eliminaran el resto de plántulas. En áreas de total insolación se pasara a la repoblación con coscoja, lentisco, cornicabra y brezo (Erica arborea, Erica multiflora y Calluna vulgaris).

Actuación de Invierno
En las áreas de semisombra y en compañía de las plántulas de pino carrasco se plantaran Quejigos, carrascas, alcornoques, madreselvas, aladiernos y garroferas en hoyos de 40x40 (pero de los de verdad), con aporte de tierras francas y se realizara un riego especial con minerales y auxinas.

Actuación en Primavera
Se contemplara la posibilidad de seguir clareando alguno de los árboles padre y fijar la posibilidad de realizar fajinas en vaguadas. Esta actividad se realizara junto a riegos de apoyo y clareos intermitentes que liberen al bosque de árboles afectados y pinos con excesivo crecimiento hasta 3 años después del inicio de la actuación. En este momento el paisaje habría cambiado y dejarían de existir los pinos como un enjambre de árboles dominantes para estar sometidos a la correcta relación temperamental con sus compañeras frondosas.

La últimas preguntas que nos podemos hacer son las siguientes: ¿Qué actuaciones acometerá la administración? y, ¿las posibles subcontratas sobre el área afectada?¿Que nos dirán esos supuestos expertos alzando su “gran” capacidad técnica sobre estos dilemas medioambientales? Lo sabemos muy bien, los primeros no actuaran hasta que pasen las vacaciones de verano, los segundos talaran sin orden ni miramiento los árboles afectados y los no tan afectados y los terceros dirán que lo suyo es dejar a la naturaleza que siga su curso, abandonada sin más como un perro afectado por la sarna o en este caso por el mosquito. Nosotros los civiles ya sabemos que es lo que tenemos que hacer. La cuestión es comenzar a despertar esa iniciativa y voluntad propias de un pueblo responsable con su entorno natural.


Luis Francisco Castillo Cortés
Vicepresidente de la Coordinadora en Defensa de los Bosques del Turia

Técnico superior en gestión forestal y del medio natural.

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